La Wikipedia define el concepto “Transformación digital” de la siguiente manera:
” La transformación digital es el cambio asociado con la aplicación de tecnología digital en todos los aspectos de sociedad humana. “
La transformación digital puede ser considerada como la tercera etapa de adoptar las tecnologías digitales: la competencia digital → el uso digital → la transformación digital, con la capacidad de uso y de transformación transformadora que brinda la alfabetización digital.
La etapa de transformación significa que los usos digitales permiten inherentemente nuevos tipos de innovación y creatividad en un ámbito particular, más que sencillamente mejorar y apoyar los métodos tradicionales.
En un sentido más estrecho, “la transformación digital” puede referir al concepto de “eliminar el papel” y afecta tanto a empresas individuales como a segmentos enteros de la sociedad, como gobierno, comunicaciones globales, arte, medicina y ciencia.
Wikipedia ( https://es.wikipedia.org/wiki/Transformaci%C3%B3n_digital )
Desde que empezó esta maldita pandemia creo que la palabra, o más bien dicho palabras, más utilizadas después de COVID-19, coronavirus y todas las diferentes formas de llamar a este virus es TRANSFORMACION DIGITAL.
Todo el mundo habla de la necesidad de transformarse digitalmente, pero no nos engañemos, lo que estamos viviendo ahora se asemeja más a un DRP (Disaster Recovery Plan) que a un Plan de Transformación Digital, aquí no hay plan, sólo hay una reacción ante una situación que nos ha cogido a todos con el pie cambiado.
Me explico, un proceso de transformación digital bajo mi punto de vista cómo mínimo requiere:
- Reflexión/Investigación:
- Debemos repensar el negocio y encararlo a lo digital.
- Es imprescindible conocer a nuestros clientes y su relación actual y en la medida de lo posible, su relación futura con las nuevas tecnologías.
- Igual de importante es el personal de la compañía, hay que asegurar que tenemos a los perfiles adecuados para acometer un proceso de cambio tan profundo y identificar a aquellos que estarán llamados a convertirse en evangelizadores de esta nueva cultura de la compañía, porqué a fin de cuentas un proceso de transformación digital lleva implícito un cambio en la cultura de la empresa, no necesariamente de los valores de la compañía pero sí de la forma en que se hacen “las cosas”.
- La definición del nuevo modelo de negocio:
- Transformación digital no es la adopción de una nueva herramienta, de una máquina más rápida o de un nuevo software. Esto es evolución o actualización pero en ningún caso transformación. La transformación digital implica cambios, la mayoría de ellos disruptivos para la compañía, no necesariamente para el sector.
- Hay que visualizar cómo vemos a la compañía en el futuro próximo, no más de 2-3 años, y por supuesto cómo la vemos respecto a la competencia.
- El compromiso o la definición del nuevo modelo de trabajo:
- Pensemos por un momento que pasaría si tuvieramos que cambiar la forma en que hacemos el 80% de las tareas que tenemos asignadas. Pues eso…complicado, muy complicado.
- Hay que invertir los recursos necesarios en unir adeptos al nuevo modelo, las personas siguen siendo el alma de las compañías y son ellas las que tienen la llave del cambio.
- Sin el compromiso de las personas cualquier proceso de este tipo está llamado al fracaso.
- La tecnología:
- Una vez claro el modelo y el compromiso (real) con el nuevo modelo de trabajo, es el momento de adoptar las herramientas tecnologicas que han de posibilitar el cambio de modelo de negocio.
- Mejora contínua:
- Es inevitable que el nuevo modelo tenga errores y que vayan surgiendo nuevas ideas/necesidades, es por ello que hay que inculcar sistemas de trabajo que fomenten la mejora contínua de los procesos.
- Un proceso de transformación digital no es un salto al futuro de nuestra compañía y ya está, es convertirnos en “otra cosa” que debe permitir adaptarse rapidamente a los cambios del entorno mediante la tecnología y amortiguar en la medida de lo posible desastres cómo el de esta pandemia.
En mi opinión, disponer de un plan de transformación digital (y acometerlo) se ha convertido en una obligación para todas las empresas, sean del sector que sean y del volumen que sean.
Esta pandemia nos ha enseñado, entre otras muchas cosas, que algunas de la cantidad ingente de empresas que se han quedado en el camino se hubieran salvado de haber abordado un proceso de transformación digital.